Despierta

En algunos momentos odio realmente a ciertas personas,situaciones o ideas; sí, sé que es muy intenso el verbo "odiar" y que hay personas a las que les da una extraña sensación de malestar, como si odiar (que es tan humano como el amor,el sufrimiento,la alegría o el desprecio) nos hiciera peores o nos llenara de asco. Bien es cierto que no se puede vivir sólo odiando, pero también es cierto que es normal tener a veces ese sentimiento igual que amamos.
Y aun así,en esos momentos de pasión profunda, recuerdo que todos somos seres humanos,que hasta el más despreciable de todos ellos ha nacido del vientre de una mujer, ha sido un bebé inocente, ha sido querido y siempre va a haber alguien que lo ame... o al menos, eso me gusta pensar. Me gusta pensar que todos en nuestro interior tenemos ese componente tan naif y que de alguna forma, mientras alguien se preocupe por nosotros como lo harían unos padres, esa esencia jamás morirá por muchos que nos empeñemos en pisotearla.
Es esa pequeña parte de mí la que llora al darse junta,en un mismo segundo, de todo lo que ocurre... desde tus desprecios aquí y ahora, hasta lo más "ajeno" que nosotros consideramos acaece en el planeta: muertes, hambre, miseria, guerra, tráfico de personas. Todo eso que no tiene nada que ver con nosotros,por supuesto.
También es esa niña interior la que, a pesr de todo, va a seguir estando a tu lado y te va a querer y a apoyar en todo y,lo más importante, esa pequeña niña es la que me hace seguir creyendo en los demás, creer en un mundo mejor...no es su potencial capacidad para serlo, sino en su real cambio ahora.

Despiértate pero, sobre todo, despierta tu inocencia.