miércoles, 30 de mayo de 2012

;)

Huir. He huido muchas veces. A veces sólo tienes ganas de eso: correr, correr lejos, descargar rabia y dolor en forma de adrenalina para llegar hasta el fin del mundo y allí esconderte en su quietud.
 La realidad es la que es,con sus maravilloses virtudes y sus terribles defectos pero si necesitas huir es porque el problema está en ti misma y, por mucho que andes, por mucho que te alejes, lo llevas impregndo en tus entrañas y siempre acabarás tropezándote contigo misma.
A veces siento que el tiempo pasa demasiado rápido y que no soy capaz de alcanzarlo, de adaptarme a los cambios, como si todo avanzara y yo me quedara anclada en mis temores.
Otras veces sin embargo, me derrito por que el tic tac del reloj se apresure, vuelve y me transporte a un mañana alejado del ayer.
Y mientras tanto,lo importante es el aquí y el ahora. Sólo tenemos esto seguro, pues ni nuestros recuerdos quedan intactos para siempre y mucho menos, nuestra peculiar forma de revivirlos y percibirlos. Por tanto, si hago hincapié en este mismo instante, no quiero huir, no quiero alejarme de los rayos del Sol, de las conversaciones absurdas con mis mejores amigos, de la ilusión por volver a ver un familiar; no, no quiero irme sin mis metas conmigo, no quiero irme sin luchar por mis sueños, no quiero escapar habiéndome sentido inútil
Sé que encontraré mi lugar en el mundo. Bien sea en África o en la India como siempre he soñado y trabajando en un hospital, bien sea con una familia numerosa y un empleo humilde y digno, bien sea sola disfrutando de la vida.

Quisiera escribir sobre tantas cosas, expresarme de tantas formas, redimirme de tantas maneras. Es como un terremoto que todo lo desestabiliza y no deja nada en pie y así, no puedes fijarte en nada en concreto sino que sólo sientas la fuerza a tu alrededor.

Nada es blanco o negro, todo tiene su matiz. No hay nadie malo ni bueno. No por relativista voy a caer en el "todo vale", pero sí es cierto que prefiero pensar así que juzgar de antemano precipitadamente y pasar el día cabreada con el mundo.

Así que vive en el hoy, no huyas, no te alejes, cuídate, cuida a los demás, ama, siéntete bien contigo misma y con lo que te rodea, haz lo que sea por cambiar las cosas y luchar por la verdad, la justicia y la igualdad pero disfruta de todo lo bueno de lo que puedes impregnarte cada instante.
¿Sabes? es que no tienes nada más que la vida :)

martes, 15 de mayo de 2012

Odio.

Me odio,me odio con toda mis fuerzas; me odio por odiarte, por dejar que ese sentimiento me consuma día a día, por hacer que yo pueda llegar a tener este veneno en mi interior que me consume.
Me odio por haber confiado, por tener que reconocer que me sigue doliendo; es dolor más odio, es todo carcoma, reconcome mis huesos, mis esperanzas, mis ilusiones, mis buenas intenciones, mi optimismo.
Me odio por haberme dejado engañar, por haber perdido tantos segundos del regalo de la vida en ti.
Me odio por seguir pensándolo, por no ser capaz de superarlo del todo, por haberme quedado marcado y no saber cómo deshacerme de tu señal.
Me odio porque me siento sucia por tus recuerdos, me siento como si el genio maligno de Descartes hubiera teñido mis memorias de ti, de odio,y ahora estuviera intentando despertar del sueño incesante de la vida y no pudiera porque ahí está él, ahí estás tú, acechándome cuando me intento enfrentar a la realidad.
Me odio por tener que hacer esto, por tener que desahogarme, por tenerte aún presente, por hacerme pensar que soy fuerte para luego derrumbarme en un segundo cual viento a una carta de la baraja. Y en esa baraja, tú eres el rey ante todos y yo soy la sota. ¿Y quién es la sota? La puta, la que todos miran con sorna y hacen comentarios jactanciosos, la que siempre pierde, la que se queda sola, la que se acopla a unos y otros porque no encuentra su lugar ni en bastos, ni en copas, ni en oros, ni en espadas.

Y ahora, basta de echar mierda sobre mí misma, que ya te he tenido a ti para hacerlo durante muchísimo tiempo. Ahora te toca a ti, aunque esto nunca te llegue, aunque nunca lo sepas... espero que el universo te lo devuelva de alguna forma.

Te odio porque eres mala persona, eres vil, eres rastrero, eres frío.
Te odio porque me has transformado en algo que no quiero ser, porque me has robado la confianza y la autoestima.
Te odio porque te has ido de rositas poniendo tu sonrisa perfecta de profident y entornando los ojos para engañar a otra.
Te odio porque me hiciste sentir especial, especial dentro de una mentira, una tela de araña bien arduida; caí en ella, no supe ver la trampa y te odio porque me haces sentir como una estúpida ante ello.
Te odio porque nunca nadie te había dado un abrazo hasta que llegué yo, nadie te había querido de esa forma y lo machacaste, apuñalaste mi amor por ti, me atacaste por la espalda y yo aún así te perdoné y te amé.
Te odio por haberme confiado tus secretos y haberte dicho yo los míos; te odio porque no puedo utilizarlos en contra tuya pero lo deseo con todo mi alma y por ello, te odio aún más, porque me haces querer comportarme de formas maquiavélicas, trazar una plan, una estrategia, hundirte y machacarte.
Te odio porque no sé cómo dar salida a todo esto si no es a ti a la cara; te odio porque me derrumbaría al hacerlo, porque me has hecho que mi debilidad se muestre ante mí, me has hecho vulnerable y me has despellejado cuando he bajado las defensas,dejándome sin armas contra ti.
Te odio porque me has hecho llorar y no me lo merezco. Es lo único que he sacado en claro de todo esto: que no me lo merezco; desde luego, es un paso, porque tú conseguías que siempre me sintiera culpable por todo... pero dejaste ver tu verdadero ser y puse deshacerme al fin de la carga de la responsabilidad.
Te odio porque no te mereces tener amigos, no te mereces tener buenas tardes de diversión, no te mereces tener a una persona que te quiera. No te mereces nada.

Y estas son las últimas palabras que te dedico porque por no merecerte, no te mereces ni mi odio.

martes, 1 de mayo de 2012

¿Que no hay motivos?

El mundo está hecho del revés. No el planeta, no, el planeta es perfecto en su equilibrio, su agitación y su quietud; es el mundo el que está mal porque el mundo lo conformamos nosotros. Pautamos, planificamos, clasificamos, ordenados nuestra existencia, la naturaleza, la vida y la necesidad. Creamos bienes que creemos indispensables y nos hacemos adictos a ellos; olvidamos las verdaderas necesidades y nuestro interior se vacía de sentimientos; vendemos lo más básico al mejor postor para que vuelvan a ponerle precio, y así la cadena continua.
Podría enumerar millones de cosas que no, que no funcionan, que son absurdas, que no tienen lógica alguna que, sin embargo, responden a una norma y un raciocinio muy superior que engloba a todas. Podría hacerlo pero... ¿para qué? Quien no quiere verlo, quedará cegado para siempre y quien ya lo ha visto, puede que esté paralizado por el miedo, el asco o la incertidumbre de..¿qué hacer?
Ya no hay que preguntarse si podemos hacer algo. ¿Acaso lo dudais? Yo, no. De la Historia aprendo y compruebo que con lucha, con unión, con fortaleza, se puede conseguir. Pero también retrocedo y compruebo que siempre ha habido clase dominante y dominado, poderoso y empobrecido. Da igual cómo desees denominarlo: emperador, esclavos, estamentos, clases, empresario, obrero, monarquía, dictadura, democracia... la lógica inherente a todo ello es siempre la misma.
Y si de algo nos engorgullecemos siempre los seres humanos es de poseer aquello que denominamos "Razón". Bien, pues digo yo, a qué estamos esperando para utilizarla de verdad.

Me duele más a mí que a ti

Tus ojos dan esperanza,tranquilidad,cariño,seguridad. Pero cuando te vas,todo se desvanece...y entonces el colmo de mi paciencia llega a su tope y mis fuerzas flaquean, las piernas tiemblan, las pestañas revolotean y brotan las lágrimas. Porque a veces de jugar con fuego, te acabas quemando...y siento que me paso el día tumbada sobre brasas, restos de... ¿de qué? Ni hace falta nombrarlo,etiquetarlo. Restos de ti,de mí,de ambos mezclados.
Casi no me queda voluntad para sotenernos y tú ni siquiera sabes que he de hacerlo. Recalco el "casi" porque luego llegas tú y mi discurso se va al garete y se queda olvidado en un cajón junto con el miedo y las dudas. Pero sigue estando ahí, de alguna forma, latente, acechándome, esperando a que me encuentre sola para reconcomerme de nuevo.
Sé que fuerzas no me faltarán jamás para mí misma,nunca. Sin embargo, quizás ha llegado el momento de preguntarme si quiero compartirlas contigo. Bueno, en realidad claro que quiero, lo hago cada día, lo estoy deseando... tengo ansias de irme arrastrando tras de ti cual pulgarcita siguiendo las pocas migajas de amor que me das. La cuestión es si debo y, sobre todo, si sigo pudiendo.