sábado, 10 de marzo de 2012

Y qué más dará ficción o realidad.

Dónde se encuentra el límite entre cómo eres y cómo deberías ser, entre aquello que te perjudica o aquello que te hacer ser tú misma. En muchas ocasiones, tu "forma de ser" te daña y rebota contra quienes más amas, pero en otras tantas, te hace sentir más viva que nunca y te da las fuerzas que el mundo te va chupando días tras día.
¿Tiene sentido tu incoherencia interna? ¿Tiene sentido el ir de arriba a abajo y vuelta a empezar? Quizás el significado no sea simple y fácil,como parecen pintarnos todo lo que nos quieren vender día a día,felicidad embotellada,maracada y con etiqueta y valor externo. Quizás, lo verdadero cueste más y no llegues a comprenderlo y a alcanzarlo hasta el fin de tus días; o quizás, no llegues a hacerlo nunca jamás. Es posible que esta sea la verdadera forma de vivir o que en realidad,no haya ninguna. Puede que todo esto sea un juego inventado y que mi interior tan sólo se rebele al percatarse de las reglas que le imponen desde todos los lados.
Desde el momento de dolor más extremo, hasta el momento de álgido placer mientras un labios saborean milímetros de ti; todo es irreal y fingido y asimismo,nada podrá nunca llegar a ser tan verdadero y tan puro. Empiezo a pensar que una alternativa,una posibilidad más que probable, es que al ser tan extremista, al haberme acostumbrado a vivir en el Cielo y el Infierno sin pasar por la Tierra, considere las pasiones más dañinas y ensalzantes del individuo como las verdaderas,las necesarias,lo que nos hace humanos.
¿Cómo sería salir de este cuerpo? ¿Cómo sería no tener estos recuerdos? Cómo sería haberme construido un pasado distinto. Sin embargo, a veces creo que no construimos en absoluto nada. Cada día, esa sensación se incrementa y toma poder.

No soy pesimista,en absoluto. Me paso el día entero sonriendo,derrocho energía y vitalidad. Ese es el 80% de mi ser; lo que ocurre, es que el 20% restante es pura oscuridad de carcoma incesante. Mis dos partes,buenas conocedoras la una de la otra,en incansable lucha.
Elijo ser el número 80, elijo querer luchar cada día.
Pero la cuestión es... ¿puedo elegir realmente?
¿Y vosotros? ¿Podéis elegir?

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