martes, 16 de septiembre de 2014

Te querré toda la vida, pero no todo el tiempo.

Como el aullido de un lobo en un bosque vacío
Sin nadie a quien asustar.
Como el "te quiero" que tengo atrapado en la garganta
Y me desgarra las cuerdas vocales.
Como el agujero en el estómago insaciable
De algo intangible
Que muere peleando,
Supervivencia bajo el yugo de la mente que deniega al alma
Lo único que necesita para continuar.

Como el carril de una sola dirección
Que te aboca a la niebla, la mano que te invita
A dar un paso, en falso o en verdadero,
Hacia el precipicio de la confesión,
La calma de la sinceridad
O el horror del silencio que te espera al otro lado.

Como tender tus venas al sol,
Brillantes hilos de pasión,
Inconclusa pasión que tu aguja teje a su antojo
Entre palabras envenenadas y miradas de soslayo,
Entre promesas hechas en silbido
Y tu cuerpo dándome la espalda
Justo cuando el primer sonido de mi voz comienza a brotar
Para decirte "quédate".

Como el efímero tiempo de la vida
A la que no sabes qué cobrarle, penas o alegrías,
La desdicha de haberte tenido y haberte perdido,
La Paz de haberte dejado,
El desasosiego de no poder pedirte que vuelvas,
La calma de callarlo.

Como el rasgar de una guitarra,
Afilada como cuchillo en tu alma,
En tu pecho,
Como el recuerdo que se aleja y te asalta,
Indefenso,
En sueños,
Sueños en los que no quieres despertar.

Como el rostro, vulgar, que no encuentras
Y sólo ves espejos de tu ilusión por las esquinas.

Como el olor que te paraliza
Y te besa en la boca
Mientras te pierdes en su cuello.

Como el sentimiento equivocado
Que se abalanza por el camino sin seguir las señales
Y se estampa contra el muro de tu espalda,
Para luego recoger mis pedazos de tus "quizás".
Como las interrupciones contantes entre tus ganas
Y mis esperanzas.

Como el mundo libre que me he inventado
En mi interior
En el que gritó y todos callan
Y escuchan
Y mis pensamientos son válidos.

Como si la realidad pesara miles de millones de personas
Y sus voces desgarrasen mis oídos
Y yo sin encontrar la tuya,
Mis brazos con el peso de la culpa
Y la impotencia
De querer cambiar algo,
Hacerlo contigo,
Mientras tú miras a otro lado,
A otra.

Como si te fuera a querer toda la vida,
Pero no todo el tiempo.

Tiempo finito,
Amor infinito.

Tú y yo,
Mortales.
Y mi sentimiento,
Evanescente.

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