El pecado
latiente en tus sienes
y en tus labios
(todos)
acechando como un animal herido
enredado en la telaraña de tu deseo
consumiéndote como el fuego a la vela
tic
tac
ZAS
te atrapa
entre sus dientes
sus calientes manos
y tú ni puedes
ni quieres
resistirte más.
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